La Calculadora de Blaise Pascal
En 1642 un imberbe Blaise Pascal es nombrado superintendente de la provincia de Haute-Normandie con la tarea expresa de ordenar los ingresos fiscales de la provincia. Con sólo 19 años, el joven pensador diseña un artefacto que pretendía disminuir las árduas labores de cálculo que su nuevo puesto de contador requerían.
En apariencia la máquina era una caja rectangular de madera del tamaño de un cajón pequeño. En la cara superior de la caja estaban dispuestas una serie de extrañas ruedas dentadas conectadas entre sí. El giro completo sobre el propio eje de cada rueda hacía avanzar la siguiente en una posición, produciendo una secuencia mecánica ordenada. Cada rueda se componía de 10 posiciones de rotación, marcadas oportunamente con los signos decimales desde el 0 hasta el 9.
Para sumar o restar, el usuario de la 𝘱𝘢𝘴𝘤𝘢𝘭𝘪𝘯𝘢 (así pasaría a la historia el artefacto) sólo debía poner las ruedas en las posiciones del número inicial y mover una rueda la cantidad de veces correspondiente al número que se deseaaba sumar o restar (en la dirección adecuada según cada operación). Cuando una rueda llegaba al 0 en una suma o resta, el sistema mecánico garantizaba que la rueda contigua se movíese, posicionándose en el número correspondiente.
Pascal perfeccionó su calculadora por varios años, desarrollando al menos 50 modelos de la pascalina. Su invención es considerada como un ancestro de las modernas computadoras y es un testimonio del genio creativo del polímata francés.
